Relativamente nuestros cuerpos al conversar mantienen una distancia aproximada de unos 60 cm.La mayoría de las veces no nos cuesta que nos oigan bien, si se respetan las condiciones básicas para una buena comunicación.(Acuérdense de RET y de Juana).Cuando nos alejamos un poco, instintivamente nuestra voz se eleva y a medida que crece la distancia de separación, ya dejamos de hablar y gritamos.¡Es posible que tampoco nos entiendan bien, si hacemos eso!
La distancia para una perfecta comunicación no es un valor exacto, pero la influencia de la cercanía de nuestros cuerpos y la sintonía entre ellos, puede marcar una diferencia.A menor distancia, mayor y mejor comunicación! Ojo! Hay que estar alertas!¡No nos podemos pegar a cualquiera!...
Pero si te apetece comunicar...¡acércate más!
No es extraño preguntarse ahora.¿Y eso qué tiene que ver con un abrazo?
Al abrazarnos nuestros cuerpos rompen la regla de "mantener distancias" y nuestros corazones se unen.También instintivamente, bajamos la voz y nos miramos.Mirarse a la cara es la regla número uno para una buena comunicación.Ahora estamos preparados para que nada ni nadie cambie el rumbo de nuestra atención. ¡Estamos atrapados en un abrazo!
Hay abrazos que duelen,que duran, que perdemos, que no damos, que añoramos...Hay abrazos que vuelven cada día, que no llegan ni en Navidad! ja,ja! Pero hay abrazos infinitos, verdaderos...
Si sabes reconocerlos, como los "te quieros", agárrate duro y no te sueltes.Te quedan largas horas de conversación, sin decir nada.¡En perfecta conexión!
...Y no mires el reloj; a partir de ahora el tiempo es infinito!! ¡Te abrazo!